Avión cubano aterriza de emergencia por alarma de bomba

Un avión de la línea Aerocaribean de Cuba que volaba de Managua a La Habana con 57 pasajeros y la tripulación, aterrizó de emergencia en el aeropuerto «Villeda Morales», de San Pedro Sula, por una alarma de bomba…

Un avión de la línea Aerocaribean de Cuba que volaba de Managua a La Habana con 57 pasajeros y la tripulación, aterrizó de emergencia en el aeropuerto «Villeda Morales», de San Pedro Sula, por una alarma de bomba.

El avión color blanco, amarillo y anaranjado, matrícula CU-T1547, pilotado por Hermes Wrves López, con la asistencia Leonel Escalante Betancourth y Óscar Fernández Amador salió a las 3:00 de la tarde del pasado sábado de Managua, Nicaragua, con el vuelo número 863, haciendo escala en San Pedro Sula, donde lo abordaron otros viajeros, según publica el portal latribuna.hn.

Luego alzó vuelo con destino al país caribeño, pero cuando surcaba el espacio, la aeromoza descubrió una cerveza, en la hielera que usa para atender a los pasajeros, pese a que en el avión nunca cargan bebidas embriagantes, como una regla de la compañía. El producto supuestamente fue subido a la nave en Managua.

Eso le pareció sospechoso de que podría tratarse de un aparato explosivo, por lo que el inusual hallazgo se lo comunicó al piloto y a los copilotos, quienes sin avisarlo a los pasajeros, para no crear pánico en pleno vuelo, determinaron buscar un aeropuerto alterno para aterrizar de emergencia, a fin de prevenir cualquier eventualidad.

Inicialmente trataron de hacerlo en la isla de San Vicente, pero las autoridades aeronáuticas de aquella nación les negaron el descenso.

Fue entonces que decidieron regresar a San Pedro Sula, llegando a las 8:30 de la noche, donde las autoridades aeroportuarias pidieron la evacuación de los 57 pasajeros y los cuatro tripulantes, sin causar ninguna alarma y los llevaron a una sala especial.

Posteriormente llamaron al Escuadrón Antibombas de las Fuerzas Armadas, cuyos especialistas llegaron de inmediato auxiliados con equipo especial y el perro «Jacobo», experto en la detección de explosivos.

Uno de los participantes en la peligrosa operación manifestó, que el canino olfateó la cerveza varias veces y dio la señal de «positivo» de presencia de bomba.

Indicó que por esa razón y para garantizar una mayor seguridad para la aeronave, viajeros y tripulantes, trasladaron el producto sospechoso a un predio seguro del mismo aeropuerto, donde lo destruyeron, al colocarle una carga de explosivos.

Agregó que personalmente y con la ayuda del perro amaestrado inspeccionaron cada una de las partes de la aeronave, sin encontrar ninguna bomba, por lo que de esa manera quedó garantizada la seguridad.

Una vez que concluyeron el trabajo, casi a la medianoche, la tripulación preparó de nuevo el vuelo que se hizo efectivo ayer, sin ningún problema.