Más camas no bastan…
26 mayo, 2011

En su estrategia de desarrollo presente y a largo plazo del turismo, Cuba ha apostado por la diversificación de la oferta hotelera y extrahotelera…
En su estrategia de desarrollo presente y a largo plazo del turismo, Cuba ha apostado por la diversificación de la oferta hotelera y extrahotelera.
Con un crecimiento promedio anual de 7.5 por ciento en su planta habitacional, el destino consolida la reanimación y renovación de su infraestructura hotelera, una de las prioridades para el auge local del giro.
El pasado año, la Isla inició la explotación de dos mil 792 dormitorios nuevos, fundamentalmente en la cayería Norte de la central provincia de Villa Clara, y en el occidental balneario de Varadero; donde destacan hospedajes como Riu Varadero, Barceló Santa María y Meliá Buena Vista.
Según las autoridades de La Habana, la nación caribeña dispone actualmente de 52 mil habitaciones, el 65 por ciento de ellas con categorías cuatro y cinco estrellas.
Durante el ejercicio en curso sobresalen la incorporación de nuevos productos como el emblemático Hotel Palacio del Marqués de San Felipe y Santiago de Bejucal, ubicado en la Plaza de San Francisco de Asís, en el Centro Histórico de La Habana Vieja.
Asimismo, la reapertura del Velasco, en la ciudad de Matanzas, que tras una completa remodelación ahora se incluye en la categoría de Hoteles E (Encanto), por sus valores históricos y patrimoniales.
Otras propuestas novedosas para quienes visiten la capital cubana son las instalaciones Tulipán, Bella Habana Aeropuerto, San Alejandro y Habana Paseo, operadas por la cadena hotelera Islazul e ideales para un turismo económico.
Pero, naturalmente, no basta únicamente con la suma de más aposentos y dada la estrecha relación de la Aeronáutica Civil con este rubro, se concretó la ampliación de la terminal número dos del Aeropuerto Internacional José Martí, de La Habana, con lo que se duplica la capacidad de atención a los pasajeros. También en la terminal número tres se emprendieron importantes obras como la sustitución de varias pasarelas telescópicas, la modernización del equipamiento; así como la ampliación de las áreas de atención a los viajeros.
En vías de terminación se halla a su vez el amplio proceso inversionista ejecutado en el aeropuerto de Varadero, que incrementará sustancialmente sus capacidades. El organismo aeronáutico cubano realiza negociaciones para adquirir nuevas aeronaves de mediano porte con el objetivo de cubrir demandas crecientes de vuelos domésticos para programas combinados, circuitos y opcionales aéreas, lo cual resulta una muy buena noticia.
Es cierto: se necesitan más capacidades habitacionales, pero asimismo hay demanda de más conexiones aéreas y de un amplio y variado complejo recreativo, que pasa por opciones muy deficitarias como las del golf, pues Cuba solo tiene en realidad un terreno con todas las de la ley.
Acerca de la política que facilitará la ejecución de inmobiliarias vinculadas con el turismo, anunciada desde el 2010, ha trascendido ahora en el 2011 que, luego de concluidas las etapas de implementación y elaboradas las normas jurídicas complementarias, se avanza en las negociaciones con varias compañías con el fin de constituir las primeras empresas mixtas que tendrán a su cargo este desarrollo, que tendrá asociado el impulso de centros para la práctica de ese deporte.
Más marinas, delfinarios, campos de golf y parques temáticos, entre otras opcionales, resultan desde ya requerimientos del producto Cuba, que al cierre del 2011 aspira a recibir la cifra récord de dos millones 700 mil visitantes foráneos.