Argentina enfrenta nuevas tarifas aéreas
Temas relacionados: Aumentan 50% en un año
30 mayo, 2011

La Secretaría de Transporte de Argentina autorizó un nuevo cuadro tarifario para los pasajes aéreos, con valores que ya alcanzan un 48% superiores a los que regían hace 12 meses…
La Secretaría de Transporte de Argentina autorizó un nuevo cuadro tarifario para los pasajes aéreos, con valores que ya alcanzan un 48% superiores a los que regían hace 12 meses. Las bandas tarifarias, publicadas en el Boletín Oficial, comenzaron a regir a partir del fin de semana y representan un aumento de promedio del ocho por ciento sobre las vigentes hasta ahora.
Es la cuarta vez en un año que la Secretaría que encabeza Juan Pablo Schiavi cambia los precios mínimos y máximos que pueden cobrar las aerolíneas por los asientos en clase económica para vuelos de cabotaje.
El 9 de junio del año pasado, se autorizaron subidas de entre el 15 y el 16 por ciento. Tres meses después, hubo otro aumento, del diez por ciento. Y el 30 de marzo último, los pasajeros se enteraron de un nuevo incremento, en ese caso del ocho por ciento.
La resolución 112, atribuye la decisión al «permanente análisis de evolución de mercado«, y afirma que su objetivo es continuar «el proceso de articulación de las diversas estructuras tarifarias de los sectores de transporte aerocomercial y terrestre«.
En los últimos tiempos, las empresas de ómnibus habían advertido que estaban perdiendo pasajeros porque las aerolíneas podían competir, en algunos casos, con precios más bajos por los mismos tramos.
Así, por ejemplo, LAN inauguró recientemente la ruta Buenos Aires-Bahía Blanca con un precio de $ 529 (ida y vuelta), mientras que el servicio premium en colectivo cuesta 588 pesos.
Desde esta semana, esa ruta aérea tendrá un precio de entre $ 284 y 539 (sólo ida). En tanto, la banda correspondiente a los vuelos de la Capital Federal a Bariloche pasó de $ 511/971 a $ 552/1049, la de Córdoba pasó de $ 287/545 a $ 310/589; la de Iguazú, de $ 367/697 a $ 396/753; la de Mendoza, de $ 370/702 a $ 400/758; la de Río Gallegos, de $ 370/701 a $ 400/757, y la de Salta, de $ 449/853 a $ 485/921.
La gran amplitud entre los precios mínimos y máximos se corresponde con las diferentes tarifas que aplican las aerolíneas según la anticipación con que se compran los pasajes y las condiciones de flexibilidad que asume el pasajero a la hora de cambiar o cancelar su compra.
El mercado de vuelos de cabotaje está fuertemente concentrado. Aerolíneas Argentinas y Austral, que son manejadas por el Estado nacional, tienen un 68% de participación. Las siguen LAN, con el 29 por ciento; Andes, con el dos por ciento, y Sol, con el uno por ciento. «Esto es un paliativo en un escenario de récord de suba del petróleo», señalaron fuentes de LAN.
En Aerolíneas Argentinas no respondieron la consulta de La Nación, sin embargo, sus autoridades habían señalado hace tres semanas el aumento del barril de crudo como uno de los principales factores que contribuyeron a sostener el déficit de la compañía. Esa sería la razón por la cual, pese al constante aumento de tarifas, Aerolíneas sigue perdiendo dinero.
El peso del combustible
«Sólo en combustible proyectamos gastar 200 millones de dólares más (que el año pasado)», había dicho Mariano Recalde, presidente de Aerolíneas, cuando concurrió al Congreso para exponer ante la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizaciones. «A fines del año pasado, se inició un ciclo de aumento del petróleo. Hoy pagamos 40% más«, afirmó.
El combustible constituye alrededor del 40% de los costos de una aerolínea. El precio del barril de crudo WTI costaba en mayo de 2010 unos 73 dólares y ahora se cotiza a 101 dólares, luego de haber tocado un pico de US$ 113 hace un mes. Ello significa un incremento interanual del 38% medido en dólares.
El otro factor que influyó en el aumento dispuesto por el Gobierno es la necesidad de mantener cierta proporción con el transporte terrestre. La Cámara Empresaria de Larga Distancia (Celadi) había emitido un comunicado en el que, además de denunciar incumplimientos en la entrega de gasoil subsidiado, advertían que su mercado se ha contraído un diez por ciento.
Uno de los factores que explicaría esa contracción, según las empresas de ómnibus de larga distancia, es «la oferta de pasajes aéreos a precios irrisorios«.
Fuentes de Celadi indicaron: «La medida es bien recibida en el sector, aunque resulta insuficiente». Explicaron que los parámetros internacionales muestran que las tarifas aéreas son en general entre 2 y 3 veces las del ómnibus, pero aquí la diferencia es mínima porque «la aerolínea de bandera recibe subsidios que impactan en un 45% del valor real del pasaje, mientras que los subsidios para las empresas de ómnibus son sólo el ocho por ciento del pasaje».