No hay disyuntiva Paola (Rainieri)

En plena efervescencia de la polémica de las torres, cuando ministro y hoteleros estaban a la greña—tiempo felizmente superado—el nombre de Paola Rainieri  fue recurrente en el sector turístico dominicano de las altas esferas por su designación como presidenta de Asonahores. Paola Rainieri estaba en boca de todos , de los de un lado y de los de otros, de los que tenían que lidiar con una persona de tan impactante apellido y de los que desde el cariño y la cercanía temían que  se viera inmersa en una batalla sin cuartel, tal cual la del nuevo modelo de alojamiento. Gestionar esa grave crisis, ese insólito enfrentamiento entre Gobierno—no solo Mitur—y hoteleros no era tarea fácil para la hija del impulsor de Punta Cana. ¿Estaba capacitada para un envite de tanto calado? ¿Aguantaría los ataques de una maquinaria tan poderosa como la gubernamental y la de sus terminales mediáticas? ¿Tenía equipo para hacer frente a los embates de la parte contraria a Asonahores y los de la parte privada opuesta a los intereses de su grupo? Paola dio la talla demostrando que no es nada pusilánime al afrontar el pulso con decisión y personalidad. La incógnita sobre su nombramiento quedó despejada en poco tiempo porque pronto dejó claro que es una empresaria capaz, preparada, con voluntad y valiente. La lamentable—y vigente—crisis de las muertes ha servido para disipar las dudas que hubiera sobre ella como gestora. No hay, pues, disyuntiva Paola Rainieri. O sea, que su designación ha sido un acierto.