Línea de bandera: deseo o necesidad

La creación de una aerolínea de bandera está más latente que nunca en la República Dominicana, este es un tema que cobra cada vez mayor importancia entre los protagonistas del turismo y de la industria aérea dominicana, por estar estos sectores directamente vinculados, tanto así que la mejoría de uno se refleja en el bienestar del otro.

Ahora bien, ¿es la creación de una aerolínea nacional un simple anhelo o una imperante necesidad? Si miramos a nuestros competidores de la región, nos daremos cuenta que tratan cada vez más de fortalecer sus líneas de bandera que llevan tiempo promoviendo, es decir entonces que desconocer el valor de una línea bandera para República Dominicana, sería como querer tapar el sol con un dedo, esto así porque la realidad de su valía es contundente.

Los argumentos que salen a flote en el debate de que si o no, tienen que ver por parte de los que restan interés a este proyecto en la actualidad, en el hecho de que el país está muy bien conectado, y que habría que tener un capital millonario para emprender tan titánica iniciativa, cosa que no ven en el presente.

Agregan además que el país no ha tenido la mejor de las experiencias en la aventura de crear una aerolínea de bandera, haciendo referencia a proyectos que no pudieron mantener el vuelo.

De su lado, los que apoyan el establecimiento de una línea nacional plantean que tendría un valor muy significativo para la promoción del país y del turismo la creación de dicha aerolínea. Es más, no comprenden cómo aún el país, que depende directamente del turismo, sigue sin tener una aerolínea de bandera.

¿Quién tiene la razón entonces? Particularmente, me atrevo a señalar que ambos, por el hecho de que es entendible que los que no están viendo factible la creación de una línea nacional, quieren evitar en el fondo la formación de proyectos transitorios o fugaces, situación que sería más funesta para el país que el hecho de no haberlo intentado. Mientras que quienes lo consideran posible, se basan sobre todo en el fortalecimiento de los requisitos que exigen las autoridades de la aviación del país para tales fines, con el propósito precisamente de evitar proyectos efímeros que mueran de la noche a la mañana.

Es por ello que garantizar desde el Estado el funcionamiento de los nuevos proyectos que se planteen, exigiendo requisitos que demuestren la solidez económica, es sin duda de vital importancia para enviar un mensaje de madurez, y sobre todo de que se ha comprendido bien el rigor y la envergadura que representa crear una línea nacional.